Hoy es uno de esos días en los que extraño a mi familia.
Hace casi 2 años que vine a vivir sola a Barcelona, y nadie me dijo, yo tampoco me imaginé, que esta sensación de vacío y abandono existiera.
Si bien, cada vez más se muestra la realidad de irse fuera del país, me parece poco honesto y empatico no contar cómo son estos días, y lo difícil que resulta sobre todo para las personas que somos introvertidas y nos cuesta confiar.
(Debo aclarar que son días, no es una estado permanente)
Yo misma me he encargado de alimentar y romantizar la idea de ser extranjero solo publicando videos de viajes y conciertos, como si mi vida se resumiera en eso. No hay nada más lejos de la realidad.
Hoy es uno de esos días en los que extraño a mi mamá, que se siente conmigo a contarme sus historias que tanto me hacen reir, escucharla y existir con ella, ella que tiene la capacidad de quitarle la tristeza a los demás.
Es que hoy es uno de esos días donde me detengo a pensar y me doy cuenta de que llevo días sin recibir un abrazo. Hoy es uno de esos días tristes y solitarios, en los que pienso, ¿cuántos meses me faltan para volver a sentirme amada y segura? ¿Se resuelve volviendo?
Quiero contar cómo son estos días
En los que la soledad se siente tan fuerte que la silencio trabajando, ¿qué dañino, no? ¿cuántos no hacen eso? Pero hoy quise hacer algo diferente, y fue escribir esto.
En días como estos, soy consciente de mi vulnerabilidad y de la necesidad humana de sentirme amada, de sentirme importante, tenida en cuenta y escuchada. Hoy es uno de esos días en los que pienso, ojalá “pepita” me respondiera, me escribiera, me llamara, como quisiera hablar con alguien, como quisiera que se acordaran de mí, yo que estoy al otro lado del planeta, a veces sintiéndome inexistente para los que se quedaron a 8000km de distancia.
Hoy es uno de esos días en los que pienso: “nadie que no haya vivido esto sabe lo que es enfermarse siendo extranjero”
Esta semana se enfermó una buena amiga que tengo aquí y decidí ser intensa con ella, porque supuse que podría sentirse sola, desprotegida, quise hacerle saber que no lo estaba, porque conozco ese lugar.
Me dolieron estos días, porque hace un año fui yo la que estuvo allí, no la conocía en ese entonces. Hace un año me enfermé y no tuve a nadie que me acompañara al hospital cuando estuve a punto de desmayarme en la entrada de urgencias. No tuve a nadie que me preparara algo de comer, ni pasarme si quiera un vaso de agua, nunca en mi vida me había sentido tan sola y abandonada como ese día.
Pero fue de las mejores lecciones que he tenido, y conocí realmente el poder que tiene la mente sobre el cuerpo. No tenía otra opción que obligar a mi cuerpo a que funcionara por pura supervivencia y se recuperara.
Esto no pasó porque no tuviese buenas amigas, era mi incapacidad de pedir ayuda, de no querer molestar, mi incapacidad de confiar y mi autosuficiencia.
Hoy es uno de esos días donde pienso, ojalá las amigas que tengo hoy hubiesen estado en mi vida hace un año, qué diferente sería, pero a veces uno aprende a las patadas.
Hoy es uno de esos días donde pienso todo lo que me he perdido por mi miedo a confiar, a abrir mi corazón y a ser honesta con las personas.
La realidad de estos días es que los amigos que uno decide hacer se vuelven la familia, y la vida es muy triste si no se tiene con quien compartirla.
Las enseñanzas que me ha dejado vivir fuera del país
- Siempre hay alguien dispuesto a dar una mano, el problema es no pedir ayuda.
- La familia es lo más importante.
- Los amigos vienen y van, y hay que hacer las pases con eso.
- La vida, literalmente, puede cambiar en un día.
- Mis planes a largo plazo ahora son de 3 meses.
- Se puede vivir sin ansiedad en la constante incertidumbre.
- La única manera es soltando el control y confiar (en mi caso yo confío en Dios)
- Hacer ejercicio sí ayuda con la salud mental.
- Me rompieron el corazón y no me morí.
- No me arrepiento de haberlo entregado, porque duele más no permitirse amar a quien uno quiere de verdad.
- Decirle adiós a las personas que ya le dijeron adiós a uno hace rato en silencio.
- El agua de panela con limón sigue haciendo efecto en Barcelona.
- Las frutas y verduras en Colombia son envidiables.
- No sabía que amaba la cultura latina hasta que viví la europea.
- Estoy enamorada de la cultura y de la gente mexicana.